Hablaré del Pomerania que es la menor de las variedades de la Raza Spitz Alemán y que es la variedad a la que me dedico desde hace muchos años exclusivamente en cuerpo y alma.
La crianza responsable deber ser un proceso de selección hecho buscando en los reproductores qué resultados son los que queremos conseguir de ese cruce. Hay que estudiar muy bien la raza. Conocer lo más extensamente posible las líneas de sangre que vamos a utilizar. Cómo ha ido evolucionando hasta el momento actual la raza. Si en el momento actual la raza sigue estando dentro de lo que exige el estándar de la misma, incluso mejorando, o si bien, por el contrario, la evolución conseguida ha potenciado que se aleje de él y problemas que no existían han aparecido de forma lamentable y preocupante.
Los reproductores elegidos deben ser animales que estén sanos, equilibrados y libres de taras genéticas o congénitas.
Debido a la selección cada vez más pequeña de los ejemplares sin tener en cuenta aspectos importantísimos de salud, nos podemos encontrar que en el momento de la reproducción se presenten importantes complicaciones.
Hay que trabajar para conseguir hembras reproductoras capaces de parir de forma natural. Actualmente existe un porcentaje muy elevado de partos mediante cesárea.
Hay que promover sementales machos con capacidad de realizar montas de forma natural. Actualmente existe un porcentaje muy elevado de montas mediante inseminación artificial. Las razones para hacer una monta con inseminación deben ser otras, como que se trate de un reproductor de un país extranjero y cuyo semen esté congelado, o que se pretenda inseminar a varias hembras a la vez con una sola extracción.
Si necesitamos buscar un semental, no busquemos al macho de moda y ganador de múltiples Exposiciones Caninas de Belleza. Estudiemos su pedigrí, analicemos si las líneas de sangre que allí aparecen son idóneas para nuestra hembra. Valoremos la capacidad de ese semental en fijar sus rasgos en otros cruces que haya realizado anteriormente.
Desgraciadamente, como resultado de una crianza poco selectiva, se ha producido el enanismo, las espaldas excesivamente inclinadas, las cabezas redondas con hocicos excesivamente cortos y ojos redondos, problemas de bocas con falta de incisivos, fontanelas abiertas, grados elevados de luxación de rótula y ha aumentado de forma alarmante la incidencia de LeggPerthes (necrosis de la cabeza femoral). También son cada vez más frecuentes los casos de Alopecia X, llamada también “piel de elefante” o BSD, una enfermedad de tipo genético que produce pérdida del pelo.
Realizar un in-breeding sobre ejemplares con problemas, tiene como consecuencia que estos problemas se “fijan” genéticamente en los descendientes, que no sólo los seguirán trasmitiendo a su progenie, sino que además sufrirán estas patologías en sí mismos. Además, energéticamente serán débiles, con una salud precaria en general. Existe una importante tasa de mortalidad en las camadas, enfermedades como la epilepsia, fallos renales severos a edades muy tempranas, falta de uno o ambos testículos, pancreatitis, hepatitis, afecciones cardíacas conjuntamente con otra enfermedades en los órganos internos, etc. La calidad de los reproductores utilizados será la base que debemos buscar para sentirnos orgullos del trabajo realizado, con un objetivo muy claro, que será trabajar con empeño día a día por la mejora de la raza.
El Pomerania, aún estando sus medidas dentro del estándar, genéticamente es muchas veces portador de tamaños más grandes, ya que sus ascendientes estarían dentro de las variedades que lo siguen en tamaño, Kleinspitz e incluso Mittelspitz. La falta de información acerca de la variedad de tamaños en la genealogía de los ejemplares empleados en la crianza, puede dar desagradables sorpresas en el proceso reproductivo, concibiéndose cachorros excesivamente grandes para la hembra reproductora.
Si hemos planificado tener camada/s será porque tanto la madre como los cachorros dispondrán de atención personalizada total y constante. Sería una actitud muy poco responsable si la camada, por nuestros compromisos laborales, va a permanecer sola cuantas menos 10 horas diarias.
La edad aconsejable en las hembras de esta raza para realizar la primera camada sería a partir del tercer celo o de los 18 meses, y la edad límite serían los 7 años, siempre que su estado de salud sea totalmente óptimo y sin cesáreas anteriores. Entre una camada y otra de parto natural, se dejará descansar a la hembra como mínimo un celo. En el caso de perras con partos por cesárea, no sería recomendable hacer más de 2 cesáreas en su etapa fértil, con un descanso de 2 años entre una cesárea y otra.
Del mismo modo, en los machos la edad ideal y legal para iniciarse como semental y reproductor seria de 10 meses.
Desde el momento en que se inicia el celo en la hembra, los días en que ella estará receptiva para ser cubierta pueden oscilar entre el día 9 y el día 18 del mismo. Estas fechas solo son orientativas porque habrá hembras que pueden adelantarse o atrasarse. El medidor natural será el macho. La citología es muy recomendable porque se evitan días de ansiedad en el macho y ayuda a saber el momento del parto con un margen de error más reducido.
La gestación tiene una duración aproximada de 60 días desde la primera cubrición, aunque esta duración puede ser variable. En ocasiones el parto se puede producir hasta siete días después de la última monta.
Las camadas no son numerosas, entre 1 y 3 cachorros (excepcionalmente 4). Si las hembras utilizadas como reproductoras son de un tamaño mayor de 22cm. (pertenecerían en este caso por talla a la variedad siguiente (Kleinspitz), las estadísticas en cuanto al número de cachorros por camada pueden variar sustancialmente.
Hay un porcentaje muy elevado en nacimientos mediante cesárea. Esto viene motivado por varias razones: puede ser que el feto no esté correctamente encajado, que sea muy grande la cabeza del cachorro dificultando el nacimiento de forma natural, pero sobre todo estaríamos hablando una vez más de un tema genético. Hay líneas de sangre donde las hembras paren sus camadas de forma natural y éste es un objetivo añadido que todo criador debería buscar a la hora de seleccionar a una hembra como reproductora. Los cachorros suelen ser diminutos, con un peso medio que va de los 90 a los 130 gramos en el momento del nacimiento. Estos pesos son orientativos.
Durante los primeros quince días desde su nacimiento, precisan de una fuente constante de calor complementaria a la que les proporciona la madre. Para ello es muy útil el empleo de bombillas de infrarrojos de las que se utilizan para los terrarios, que nos permitirá una autonomía de 24 horas encendida constantemente. Esta fuente de calor se instala en un ángulo de la paridera que anticipadamente se habrá preparado, de tal modo que tanto la madre como los cachorros dispondrán de zonas alternativas de mayor o menor temperatura con sólo desplazarse ligeramente.
Algunas veces es necesario alimentar a los cachorros con leche maternizada específica. Los motivos pueden ser varios, dándose casos en que las madres, principalmente primerizas, los rechazan. La razón de este rechazo podría estar relacionada con desórdenes de tipo interno, o incluso por tratarse de embarazos realizados mediante inseminación, donde no se ha dado la posibilidad de que exista un apareamiento aceptado por parte de la hembra y ésta no reconozca los cambios producidos en su cuerpo en el tiempo de gestación.
No se debería interferir en el destete de los cachorros y dejar que sea la madre quien lo realice de forma natural. Si se trata de una hembra sana, fuerte, bien alimentada y suplementada no están justificadas razones como “es por el bien de la madre”.
La camada desde el momento mismo de su nacimiento debe estar en conocimiento de nuestro veterinario. Junto a él se seguirá un protocolo de vacunaciones que, previo a un examen médico, será el veterinario y sólo él quien lo lleve a cabo. Cualquier actuación diferente será por razones puramente económicas, encaminadas a reducir gastos.
Para promover que los cachorros sean adultos equilibrados, no se deberían separar de la madre antes de las 14/16 semanas. Es la madre, junto a otros ejemplares de la manada canina que convivan en la casa, la que les proporcionará toda la información que necesitan conocer para poder convivir en el futuro con otros perros de forma pacífica o reconocer los peligros, porque podrán entender las señales que otros perros les envían.
Es una parte más de la crianza responsable entregar los cachorros bien socializados. Para ello trabajaremos en que se puedan relacionar con otros perros. Con hombres, mujeres y niños. Realizarán viajes en coche dentro de un trasportín para su seguridad. Hasta no completar su programa de vacunación, los sacaremos en brazos para que reconozcan los distintos ruidos de la calle. Esto también debería estar dentro de nuestro compromiso por la mejora de la raza.
Haremos todo lo posible para elegir un buen hogar para los cachorros y olvidarnos de las prisas porque están creciendo rápido.
Cuando se hace entrega del cachorro a los nuevos propietarios acabamos una etapa de la crianza, pero se inicia otra fundamental e imperecedera en el tiempo y es poner todo nuestro conocimiento al servicio de esas personas para cuanto precisen por el bien del perro, que seguirá siendo por el bien de la raza.
En resumen diría que:
Si dejáramos que los perros se apareasen conforme a las reglas de la naturaleza, que ellos tienen muy bien arraigada en su memoria histórica, heredada generación tras generación, y no interfiriésemos en el avance natural de las camadas, estaríamos ante un cambio importantísimo, ya que sólo se aparearían animales sanos y únicamente sobrevivirían los ejemplares más fuertes nacidos. En definitiva, promover la Selección Natural.
Si aprendiésemos de ellos no necesitaríamos reglas escritas de actuación.
Es necesario que artículos como éste puedan llegar al público en general, para que todo el mundo sea consciente de que debe haber ejemplares bellos, claro que sí, pero no por encima de la buena salud. La salud debe primar por encima de cualquier otro concepto.
Maria José Guerrero
CAN XIU_XIU
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